Reseña de El Hobbit


FICHA DEL LIBRO 
Título: El Hobbit 
Autor: J.R.R. Tolkien
Editorial: Ediciones minotauro
ISBN: 8445070371
Año: 1937
Año de publicación en España (1ª edición): 1982
Número de páginas: 324
Género: Fantasía y aventuras
Sinopsis:  El mago Gandalf y una compañía de enanos han llevado a Bilbo muy lejos de la vida cómoda de Bolsón Cerrado, y el hobbit se encuentra de pronto comprometido en una peligrosa aventura: robar el tesoro de Smaug el Magnífico, un dragón enorme y peligroso...

Puntuación: 

Reseña: Antes de que me ataquéis con vuestras espadas legendarias y lancéis sobre mi vuestro ejército de orcos, queridos amantes de El Hobbit, me gustaría aclarar una cosa: No estoy diciendo que el libro sea malo (¡Dios me libre!), tan solo que, personalmente, no me ha gustado nada. Supongo que no es una historia de mi estilo. O más bien, lo que no me ha convencido es la forma de narrarla. El noventa y nueve por ciento del tiempo me daba la sensación de estar leyendo un cuento para niños de seis años (exagerando, claro, ya sé que ningún niño de seis años sería capaz de leer El Hobbit). 

Creo que el principal problema que le encuentro al libro es cómo se resuelven los problemas: Bilbo, Gandalf y los enanos se ven envueltos en mil y una situaciones peliagudas, y en la mayoría de los casos consiguen escapar únicamente gracias a que sus enemigos, muy temibles y malvados ellos, son también increíblemente tontos. Se dejan distraer y engañar de la manera más estúpida. Así no hay nada de emoción: ¡Escapar de alguien que tiene el coeficiente intelectual de Ralph Wiggum no tiene mérito, señores! (Y sí, me refiero en concreto a los episodios de los trolls y las arañas). 

Muchos de los diálogos también me parecían bastante bobos e infantiles, especialmente las intervenciones de determinados enanos (no recuerdo cuales, porque apenas era capaz de diferenciarlos entre ellos. Los dividí en cuatro grupos: 1.-Thorin, 2.-Balin, 3.-Fili y Kili y 4.-Todos los demás).

Otra de las cosas que más me fastidiaba mientras estaba leyendo el libro eran los constantes "autospoilers", por decirlo de alguna manera, que el autor hace de la propia historia, frases del estilo de: "Volverían a encontrarse con las águilas en La Batalla de los Cinco ejércitos, donde les prestarían gran ayuda. Pero eso sucederá más adelante..."

Sin embargo, tengo que admitir que no he leído ninguno de los libros de El señor de los anillos, ni siquiera he visto las películas (al menos no enteras), y supongo que habría disfrutado mucho más de El Hobbit sabiendo un poco de la Tierra Media y de sus personajes más conocidos, (algunos de los cuales, como Frodo o Gimli, están relacionados con ciertos protagonistas de El Hobbit). 

También tienen que ver con este mal sabor de boca las expectativas que tenía respecto a este libro. Me imaginaba que tendría un estilo totalmente diferente, como el de El señor de los anillos (o, al menos, el estilo que imagino y que me han dicho que tiene, porque repito, no me matéis, que no he leído la trilogía). Esperaba algo mucho menos ligero, más complejo y "adulto" de lo que ha resultado ser El Hobbit. 

Por último, y para finalizar con una nota positiva, he de admitir que me gustó mucho la escena de Gollum. Me pareció más "cruda" y amenazante, por así decirlo, acercándose a lo que pensaba que iba a ser el tono general de toda a novela.
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